Una persona con roncopatía moderada no hace apneas o paradas respiratorias durante el sueño, pero si no se cuida adoptando una correcta alimentación o practicando ejercicio físico, tarde o temprano ganará peso en una proporción de 3 a 1 en favor de los hombres con respecto a las mujeres por debajo de los 50 años de edad, puesto que después ambos sexos se van equiparando, y a partir de aquí quizá lleguen los problemas más severos, alerta el doctor Carlos Magriñá, otorrinolaringólogo y director médico de la unidad de roncopatía que lleva su nombre.
Una proceso patológico grave relacionado con los ronquidos puede tener repercusiones cardiovasculares y laborales por bajo rendimiento al quedar seriamente afectado el concepto de sueño reparador. Los parámetros para establecer la gravedad de una roncopatía y de un cuadro de apneas del sueño dependen de la edad de debut (en una persona joven es más preocupante) y de los síntomas que se presenten. En el caso de las apneas, la medición se efectúa de manera objetiva con un aparato portátil que se ocupa de contabilizar si se hacen una o bien 70 paradas respiratorias por hora, y de manera subjetiva con un interrogatorio al paciente para saber su grado de somnolencia diurna frente a la lectura, esperas estando sentado, visualización de la televisión, etc, y niveles de concentración y alteraciones del humor.
Todas las afectaciones del sueño tienen solución, sobre todo las más frecuentes, las apneas obstructivas. Para ello, la medicina se sirve de tratamientos individualizados y de métodos como el láser o la radiofrecuencia.